Sabor Ibérico

BENEFICIOS DEL JAMÓN PARA LA SALUD

«El jamón es la joya de cualquier plato. Y no sólo para los platos, si no para la salud.»

El jamón se ha convertido en uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea y en un complemento fantástico para una dieta sana y equilibrada.

  • Carne baja en calorías
  • Posee la grasa animal conocida más «cardiosaludable»
  • Rico en vitaminas y proteínas beneficiosas para nuestro sistema nervioso y el buen funcionamiento del cerebro
  • Vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico
  • Poderoso en vitamina E, que actúa como antioxidante
  • Protector natural del sistema cardiaco
  • Alto contenido en ácido oleico que produce un efecto beneficioso sobre los niveles de colesterol
  • Rico en minerales

CATA DE JAMÓN

«Para una buena cata de jamón, debe estar recién cortado y es en ese momento donde verdaderamente se puede saborear el tesoro más preciado y embajador de la gastronomía española.»

Utilizamos cuatro de los cinco los sentidos: vista, tacto, olfato y gusto para detectar la calidad del jamón.

Vista

La primera impresión, la vista. El aspecto brillante gracias a la grasa que cubre la superficie y que es de color amarillo determina la maduración del jamón.

Tacto

La dureza de la grasa y su fluidez hace que sintamos al jamón más o menos suave y deslizante.

Una textura favorable es aquella que tiene la dureza justa para aumentar el tiempo de masticación y favorecer la secreción de jugos salivares.

Olfato

El jamón ibérico presenta olores típicos que recuerdan a frutos secos, tostados y olores a “curado”.  La esencia de un buen jamón es un aroma equilibrado que a su vez sea intenso y agradable.

Gusto

A la hora de valorar un jamón deben tenerse en cuenta tres sabores: salado, dulce y amargo.

El salado debe estar equilibrado con el dulzor. El amargor no debe ser excesivo, porque indicaría una fase de curación menor.

CÓMO CONSEGUIR UN BUEN CORTE

«El corte del jamón se ha convertido en otro factor determinante para poder saborear este tesoro gastronómico de una forma única. El corte del Jamón es un arte en sí mismo.»

1. Las herramientas

Lo primero, las herramientas. Se aconseja tener a mano tres tipos de cuchillos, uno jamonero, largo y flexible y con el que extraemos las lonchas cortadas, la puntilla, un cuchillo corto y fuerte terminado en punta que nos ayudará en las zonas más angulosas, y por último un cuchillo más resistente sobre todo para poder retirar la corteza.

2. Espacio y colocación del jamón

Un espacio limpio y seguro donde se pueda trabajar cómodamente es clave junto a un jamonero que te permita sujetar la pieza de forma firme y segura.

Debemos colocar el jamón a una altura adecuada, al nivel de las manos, y apoyarlo en una superficie plana y estable. Colocaremos la pieza con la pezuña hacia arriba.

3. Limpieza externa del jamón

El tercer elemento se refiere a la limpieza externa del jamón para comenzar a extraer las finas lonchas. Con nuestro cuchillo resistente comenzamos con los cortes para retirar la piel endurecida de la caña.

Una vez retirada la cortezas proseguimos a la eliminación de las capas externas de grasa diferenciadas por un color amarillo intenso, cortando desde la pezuña hacia el hueso de la cadera.

4. Corte de las lonchas

Y por último, el corte de nuestras lonchas de jamón. Es importante realizar un corte limpio y perfilado. Con nuestro cuchillo jamonero perfectamente afilado comenzaremos a cortar finas lonchas, realizando ligeros movimientos.

El corte irá siempre en una misma dirección y empezaremos a cortar desde la parte más alta de la pieza.

¿Y si te lo cortamos nosotros?